En una Entrevista con Punto Uno, el presidente de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta, Diego Pestaña, analizo el momento actual del sector en la provincia y las oportunidades viables. Considero que prescindir de la minería seria un suicidio y pregono por la participación de las firmas salteñas en el proceso productivo para solventar la capacitación. Destaco que significa una fuente de trabajo registrado y con los mejores salarios del país.
Un tema especialmente relevante para la economía salteña es la minería. La creciente importancia que ha tomado en el último período generó grandes expectativas y abrió un amplio debate en torno a cómo salta aprovecha esta oportunidad, teniendo en cuenta que posee vastos recursos naturales altamente demandados por el mundo.
El presidente de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta, se refirió a la situación actual y considero que las oportunidades de inversión deben ser vistas como una palanca estratégica para el desarrollo. Estimó que, con los proyectos en curso, la generación de puestos laborales rondará entre 3000 y 5000 personas. “Tendrían los mejores salarios por convenio del país”, aseguró. En ese sentido dijo que mejorarán notablemente las condiciones de vida de la población en caso de qué prosperen. “Actualmente los empleados tienen todo de primera calidad: alojamiento cuando están trabajando, hay 14 días de labor y 14 días de descanso, comida, ropa de trabajo, todo bajo convenio”.
Al respecto de los proyectos que actualmente se desarrollan en la provincia, indicó “tenemos el proyecto Mansfield que ya está produciendo, es un proyecto de oro, el cual nos da una estabilidad y un marco de productividad importante. Además, se está iniciando en los próximos 180 días la producción de tres proyectos de litio, pasando de la planta piloto de exploración a una planta de producción. Está confirmado que se va a iniciar el proyecto de Ganfeng donde sólo hay una indefinición sobre quienes deben ser los proveedores locales, nacionales o empresas extranjeras. También está Eramine, un grupo francés con un socio chino, y después Posco, que es una inversión hecha por una empresa coreana. Esos tres se van a construir y van a generar mucha mano de obra. En tanto, en la Puna y Güemes se van a construir dos plantas.
En cuánto a la formación y calificación de la mano de obra, planteó algunas limitaciones. “En San Antonio de los cobres se creó una tecnicatura, que inició hace un año; también está la escuela en Campo Quijano. La formación llevará su tiempo. La cantidad de recursos de diferentes rubros que requieren las empresas es enorme y ya advertimos a las autoridades que es necesaria la calificación, en ese sentido propusimos que se construya un albergue para que la gente que llegue de los pueblos puede estudiar en Quijano”.
El boom minero ofrece no sólo obtención de divisas, sino también cobro de impuestos, generación de empleos y un derrame económico en diversas actividades: “Se ve reflejado fuertemente en el sector hotelero y en la construcción, aunque llega también a diversos sectores. La transferencia económica que se realiza desde las empresas mineras a los proveedores y estos a otro cantidad de proveedores es enorme; desde el que vende pan, el que vende carne, pasando por los corralones y el sector hotelero. Sólo en licitaciones de obras se calcula que van a ser más de 500 millones de dólares”.
Impacto ambiental
Ninguna actividad industrial es inocua y la minería no es la excepción, aunque, sectores prohibicionistas la han descalificado alegando que es gravemente contaminante. En contraposición, Pestaña sostuvo que “hay muchos mitos, la gente habla libremente de contaminación sin base científicas” y consideró que es necesario dejar de lado miradas cerradas.
Fundamentó su posición señalando que “en todos los referido a minería metalífera como Mansfield y La Lumbrera, el agua es un circuito cerrado, es decir, se usa un proceso de lixiviación”. Y agregó: “hay una cantidad de separadores o aislantes que protegen el suelo. La minería usa en general agua industrial, por ejemplo, en la Puna naturalmente el agua tiene mucho arsénico y no es potable. Para el litio se usa salmuera, que no es para el consumo humano ni de animales. No utiliza el agua de las comunidades”. Cierto es que Salta no registra ningún incidente de relevancia y tiene un instrumental estatal para ejercer el control. El referente minero, de todas maneras, aclaró que la actividad “está totalmente monitoreada desde las empresas, principalmente porque les podría generar un gran problema a nivel internacional, ellos no sólo tienen responsabilidades ante el gobierno, las comunidades y los trabajadores, sino también con el mundo”.
“Los principales países mineros del mundo son los países más desarrollados: Canadá, Estados Unidos, Rusia y China. Los proyectos mineros le dan condiciones de estabilidad al inversor, con todas las regulaciones para controlar el impacto ambiental. El costo económico para una empresa que tenga un impacto ambiental negativo a nivel internacional es mucho más grande que un proyecto. Los peores impactos ambientales de la vieja minería en Argentina, son de las minas que eran del Estado, que no hicieron remediaciones”, declaró.
Desafíos e inversores
Salta es un gran atractivo de inversión con deberes y oportunidades. Entre las provincias que constituyen el Norte Grande, recientemente se realizó la Mesa del Litio en Catamarca, en donde Diego Pestaña participó.
Al respecto comentó: “los proveedores mineros estamos buscando generar un acuerdo donde haya un trabajo mancomunado de firmas regionales, no que se vaya cerrando por provincia, todavía no lo logramos. Con Jujuy tenemos un acuerdo de reciprocidad”.
En tanto a nivel político “estamos buscando generar un espacio estratégico para defender la actividad y la oportunidad de desarrollo para Salta, Jujuy y Catamarca. El litio hoy es un mineral estratégico, pero dentro de 10 años la tecnología cambia, se modifica y puede que no tenga el mismo sentido que tiene hoy y nos perdimos la oportunidad de desarrollarnos. En la Puna para 200 años, son yacimiento gigantescos, no lo vemos como un tema extractivo“.
Según su mirada, es clave el equilibrio entre el Estado y el sector privado. “La ambición de un Estado de acaparar la riqueza de actividades que funcionan, la presión impositiva, es una barrera. Litio hay en algunos lugares del mundo, Argentina es uno, pero no podemos repetir errores que ocurrieron en el pasado cuando se exprimió a los que invirtieron. Si llegan los inversores hay que generar una seguridad para que se queden, porque en Argentina las empresas no tienen espalda, no tenemos la capacidad de acceso a financiamiento: una sola empresa como Ganfeng, tiene el valor equivalente a dos veces el valor de todas las empresas argentinas”