TRABAJAR EN TIEMPO DE PANDEMIA

Cuatro representantes de empresas socias de CAPEMISA relataron cómo tuvieron que reconvertirse y adaptarse a nuevas formas de trabajar en cuarentena.

“El mundo atraviesa una amenaza. Y la Argentina también está en riesgo. La pandemia del Coronavirus se expande a gran velocidad en muchos países. Es el problema de salud más grave que hemos tenido en toda nuestra vida democrática. Acabo de decretar el aislamiento social, preventivo y obligatorio para toda la población…”, así el 20 de marzo, el presidente Alberto Fernández, comenzó el discurso con el que informó oficialmente el inicio de la “Cuarentena”, como se denominó popularmente. Esta decisión excepcional, buscó resguardar la salubridad del pueblo argentino y marcó un nuevo paradigma mundial: Argentina se adelantó “al pico de casos” con el objetivo de “ganar tiempo para reforzar el sistema sanitario nacional”; pero a la vez, fue un golpe durísimo a la micro y macro economía del país y las provincias que se paralizaron casi en su totalidad.

Y si bien es cierto que muchos especialistas señalan que Argentina puso y pone en riesgo su economía futura; en el resto de los países, que demoraron el aislamiento, lo económico tampoco se pudo sostener. “El coronavirus puede disminuir la economía mundial en casi un 1%”, titulo de un extenso informe que fue publicado en la página oficial de la ONU a principios de abril en donde se analiza la caída de la actividad económica producto de la pandemia.

En este contexto, y diez días más tarde de haber anunciado el aislamiento, con el objetivo de mitigar los efectos económicos de la cuarentena, el gobierno anunció una ampliación a las excepciones de las actividades denominadas “esenciales”. De esta manera el sector minero comenzó a traccionar nuevamente. En este sentido, y tras el anuncio, el secretario general del Sindicato Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (ASIJEMIN), Marcelo Mena Muñoz, se refirió a la norma oficial (Decisión Administrativa 450/2020) al comentar que como trabajadores asumen “el compromiso y la responsabilidad de fortalecer la vuelta del sector minero”. “La reactivación será lenta, gradual y restringida para proteger la salud de los trabajadores, familias y comunidades cercanas donde se desarrolla la minería”, destacó Mena Muñoz.

En Salta, en particular, la mayoría de la vida de las empresas proveedoras de productos y servicios del sector minero pudo tener una actividad que amortigüe el golpe.

Aprovechar las instalaciones

Sebastián Atenor, de Grupo Atenor, comentó que desde que se dictaminó el aislamiento preventivo, social y obligatorio fueron transitando por varias etapas. “Cuando se determinó la cuarentena reunimos al todo el personal para informarles sobre la situación, les pedimos que se queden en casa los primeros días, avisándoles que estaba la posibilidad de reiniciar pronto porque estábamos dentro de las actividades esenciales”, contó. Cabe recordar que el grupo está vinculado a la distribución de la cadena de venta de alimentos, así como la de insumos de minería como de elementos de protección para la salud.

“Los primeros días – dijo- estuvimos cubriendo algunas actividades de la empresa y atendiendo algunos clientes que necesitaban insumos para poder continuar. En general trabajamos Home Office pero yo vivo afortunadamente cerca de la empresa así que podía venir a realizar alguna actividad”. Al tiempo que añadió: “Una vez que pudimos ver cómo venía se acomodaba el país, decidimos adoptar un protocolo para que los trabajadores puedan desarrollar su actividad, priorizando la higiene y la distancia. Tener una fábrica grande nos permitió trabajar por grupos pequeños que nos da la posibilidad de que en el caso de que se manifieste algún caso, se aísle solo ese grupo y no toda la fábrica. Una vez superada esa etapa de reorganización para aplicar los procesos de prevención en la empresa el flujo de ventas empezó a aparecer nuevamente”.

Por último, Atenor manifestó cierta preocupación por la situación de cobro. “Vemos que hay muchas empresas con dificultades de pago, ya que la cadena está muy resentida en este sentido”, concluyó.

Conservar el personal apostando a la recuperación

Otra empresa socia del CAPEMISA que tuvo que readaptarse y modificar su metodología de trabajo fue Ingenierio Ramón Russo.

“Los primeros 11 días de la cuarentena cerramos”, relató Federico Russo, y agregó: “De 35 personas, solo cinco trabajamos con modalidad home office, en horario cortado, y solo actuamos en algunas emergencias muy críticas en la compañía de agua entregando alguna bomba y en algún caso también muy crítico con algún repuesto de grupo electrógeno”.

La empresa fabrica, vende y alquila, en algunos casos, grupos electrógenos, moto bombas, sistemas contra incendios y también comercializa bombas, compresores y afines. Producto de la pandemia y la cuarentena, los grupos electrógenos que teníamos alquilados en casi todas las empresas mineras se dieron de baja en casi un 65% de la flota, y el resto quedó prácticamente es “stand by”. “Y eso nos representa un buen ingreso para nosotros, ya que todos los equipos requieren un mantenimiento y que nuestros operarios viajen cada 10 días a hacer service”, destacó Russo.

En relación al trabajo con el personal, al declararse la actividad minera como esencial la empresa empezó a trabajar en horario corrido, y ya con una gran parte del personal activo, casi 25 de los 35. Según informaron la firme intención es mantener los 35 empleados y “subsistir durante el periodo hasta que pase la pandemia”. “Y si bien la venta está caída, decidimos tomar un crédito al 24% para financiarnos hasta que levante la actividad nuevamente”, subrayó por último Federico Russo.

Potenciar la modalidad Home Office 

Capital Humano Salta, es una consultora que indefectiblemente trabaja desde y con las relaciones humanas. Si bien la presencialidad suele ser un factor importante , lo cierto es que son muchas las actividades que se pueden realizar a través de videoconferencias y el uso de las nuevas tecnologías.

Agustina Castro, una de las socias de la empresa, contó que están trabajando con la modalidad home office, desde el 16/3. “Tenemos experiencia con el trabajo a distancia, por lo que nos enfocamos en brindar distintos servicios”, añadió.

Así también, explicó que Capital Humano les propone a otras empresas brindarles apoyo y seguimiento en el aprendizaje de la utilización de los recursos y herramientas necesarias para que llevar adelante de manera más efectiva la modalidad distancia. De igual manera, ofrecen desarrollar coaching a directivos y dueños de empresas para llevar adelante sus equipos, planificar tareas y dirigir personas; trabajar la comunicación interna y externa “en tiempos de incertidumbre”, entre otras tareas.

En relación al efecto del aislamiento preventivo, social y obligatorio, Castro se mostró preocupada por la actualidad y el futuro económico y laboral de las empresas. “Desde la cuarentena estamos trabajando sólo con dos empresas. Las pymes, en general, están muy golpeadas y muchas mineras están paradas, y a nosotros en particular nos afectó directamente», relató.

Pese a asegurar que tanto la actividad como la facturación, la cual disminuyó al 30 %, son factores de preocupación, desde la consultora se muestran optimistas de revertir esta situación con nuevos servicios en la modalidad Home Office para las empresas. “Claramente – señaló Castro- no es lo mismo trabajar con personas compartiendo el espacio físico, donde el seguimiento, acompañamiento y control de objetivos se hacen de forma personal y cercana, a tratar de mantener la atención de personas que, además, tienen que atender a sus familias, con niños pequeños, sin ayuda externa; es ahí donde entra la flexibilidad y empatía de entender a la persona que se encuentra del otro lado”. Es por ello que la consultora se posiciona entendiendo la importancia de la comunicación, la planificación y la dirección por objetivos, ofreciendo a las empresas todas las herramientas necesarias para llevar adelante de la mejor manera posible el trabajo con esta nueva modalidad. En donde el cumplimiento de los objetivos no esté directamente relacionado al estricto acatamiento de horarios y estructuras tradicionales e inflexibles.

Lograr adaptarse para responder lo que el mercado necesita

“Lávese las manos con frecuencia. Use agua y jabón o un desinfectante de manos a base de alcohol” , es la primera recomendación que brinda la Organización Mundial de la Salud en su página web en relación a la prevención de la pandemia del Coronavirus. Claramente, la higiene es la herramienta principal para combatir el virus. Tal vez por ello, las empresas que se encargan de la producción y comercialización de productos de limpieza e higiene se encontraron con una demanda inmensurable dentro de su planificación. Es el caso de la empresa Más Brillo, también socia de CAPEMISA, que debió responder a una inesperada demanda.

“Para nosotros fue muy raro porque tuvimos que planificar sobre la marcha con otra lógica de trabajo”, contó Ezequiel Gimenez de Más Brillo, y agregó: “En marzo la gente se desesperó y empezó a comprar mucho; y con las consultas nos vimos totalmente sobrepasados: los teléfonos, las redes sociales, todo saturado”.

“La mayoría de las consultas eran sobre lavandina y alcohol en gel, sobre todo este último producto que en realidad no es un producto fuerte nuestro, y teníamos poco, tanto así que se nos acabó muy rápido y no logramos capitalizar mejor esa demanda”, manifestó.

Pero las excesivas consultas, en un 90% preguntando por el alcohol en gel, les saturaban las líneas de comunicación dificultando, incluso, tomarles los pedidos a sus clientes habituales.

“Todo ese caos – relató Gimenez – nos representó reconfigurarnos y trabajar enloquecidos más tiempo de lo normal, ya que teníamos una estructura pensada para una determinada demanda y fue el doble, o el triple. Vendimos bien en marzo, pero en abril las ventas comenzaron a regularizarse, porque ya la gente ya se había stockeado así que todo se tranquilizó”.

Claro que también se sintió un efecto negativo ya que la empresa que trabaja proveyéndoles insumos a otras empresas, notó una caída enorme en ese tipo de venta institucional. “Nosotros proveemos a hoteles, restaurant, y otros establecimientos y empresas que no están trabajando; y se sintió fuerte la baja en la demanda”, subrayó Gimenez.

Y concluyó: “Por ahora vamos a ver cómo continúa abril y lo que dure todo esto para luego sacar una conclusión más acabada”.