El presidente de Capemisa brindó su punto de vista con respecto a la actividad minera en la provincia.
¿Cómo describiría hoy la situación de los proveedores locales que integran Capemisa?
Hoy la situación es desafiante, no hay duda. El nivel de actividad bajó bastante y eso se nota en todas las empresas proveedoras del sector. Lo hablamos seguido entre socios: hay menos licitaciones, menos movimiento de compras y se nota en los distintos rubros. Muchos están haciendo malabares para sostener al equipo, para seguir cumpliendo.
Pero también hay algo que es admirable: el compromiso que sigue intacto. Y las empresas siguen manteniendo su personal, y siguen capacitándose porque está la esperanza de que en el mediano plazo esta situación va a repuntar y tenemos que estar listos. Desde Capemisa lo que hacemos es acompañar, gestionar y tratar de acercar a los proveedores locales a las empresas mineras para que no queden afuera de esta actividad tan importante para Salta.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las empresas proveedoras en el contexto actual del desarrollo minero en Salta?
Desde mediados del año pasado venimos arrastrando una caída de actividad que ronda el 40%. Es mucho. Se nota en la calle, en las oficinas y en los eventos que realizamos, ya que son muchos los que participan, antes la mayoría estaba trabajando y sin personal para participar de las distintas actividades. Algunas empresas pudieron adaptarse y otras están aguantando como pueden.
Esto tiene que ver con la baja del litio y con que varias mineras terminaron la etapa de construcción de sus plantas, que es una etapa muy intensa en cuanto a demanda de servicios. Ahora empieza otra fase, distinta, con menos volumen de trabajo, pero donde todavía hay oportunidades. Y pronto volverán a construirse más plantas, gracias al RIGI.
El gran desafío es mantenernos competitivos, sin perder de vista que este es un sector muy fluctuante. Lo sabemos, pero también tenemos claro que si no estamos, esas oportunidades se van a buscar afuera. Y eso no puede pasar. Por eso pedimos que, en cada compra o contratación que se haga, se mire primero al proveedor local. No por una cuestión sentimental, sino porque estamos preparados y conocemos el terreno.
¿Qué mirada tienen desde Capemisa sobre el vínculo con las empresas mineras que operan en la región?
Desde lo institucional, venimos trabajando muy bien junto a la Cámara de Minería de Salta. Hay un vínculo fuerte, con mucha coordinación y diálogo permanente. Hablamos prácticamente todas las semanas, compartimos información, analizamos lo que pasa y buscamos puntos en común. Eso es muy valioso y muestra que hay un compromiso real, desde ambas instituciones, para empujar al sector en conjunto. En cuanto a la relación entre las proveedoras locales y las empresas mineras, también hay un diálogo abierto y buena predisposición. Pero no podemos dejar de decir que estamos en un momento delicado. Desde el año pasado, la actividad cayó fuerte, y muchas empresas están haciendo un esfuerzo enorme para sostenerse.
Por eso, creemos que hoy más que nunca necesitamos que las mineras puedan acompañar, siendo un poco más flexibles en sus procesos. Muchas veces hay proveedoras locales con capacidad, experiencia y voluntad de trabajar, que quedan afuera por no cumplir con algún requisito específico. Y en este contexto, eso puede significar que una empresa se frene por completo.
Siempre decimos que esto funciona como un ecosistema. Si una parte se debilita, todo se resiente. Y cuidar al proveedor local no es solo una cuestión comercial: es cuidar el empleo, empresas y el crecimiento de la provincia. Por eso pedimos una mirada estratégica, pero también solidaria. Porque si hay algo que nos enseñó este sector, es que los momentos difíciles se superan trabajando juntos.
Desde su perspectiva, ¿cuáles son las claves para fortalecer la cadena de valor minera en los próximos años?
Si algo aprendimos estos años es que el crecimiento tiene que ser para todos. No alcanza con que vengan inversiones si no se genera un ecosistema local fuerte, y para eso hay que planificar.
Yo creo que las claves están en tres cosas: anticipar la demanda, formar a nuestra gente y generar reglas claras para que los proveedores podamos proyectar. Muchas veces nos enteramos tarde de una licitación o de una necesidad puntual, y eso no permite prepararse. Si logramos que los proyectos mineros integren a más proveedores locales desde el inicio, aunque sea en UTEs en aquellas obras de gran escala en las que sea necesaria este tipo de asociación, va a ser muy positivo para la provincia. Tenemos la idea de trabajar el tema de contratación y subcontratación en mesas junto a las empresas mineras y el Gobierno, eso nos daría un marco de apoyo muy fuerte.
En términos institucionales, ¿qué acciones destacaría Capemisa en este último tiempo para impulsar el crecimiento del sector?
Desde que asumimos el año pasado, nos propusimos estar cerca, escuchar más, y generar espacios de encuentro. Por eso organizamos los desayunos de networking, por ejemplo, donde más de 50 empresas se juntan a charlar de lo que pasa, a buscar soluciones y oportunidades. Esas cosas, que parecen simples, hacen la diferencia. También firmamos convenios con entidades de formación, participamos de mesas sectoriales, y venimos gestionando con organismos públicos para facilitar herramientas de financiamiento, que es un tema clave hoy.
Además, mensualmente estamos realizando charlas de las empresas mineras para que nos cuenten de sus sistemas de contratación, necesidades y fundamentalmente de los sistemas para sumarse como proveedores en cada empresa, ya llevamos más de 6 presentaciones. Inclusive la de POSCO Argentina, que fue la semana pasada en el hotel Alejandro 1, tuvo la presencia de más de 150 proveedores de la cámara.
Y algo que quiero destacar es que Capemisa está más activa que nunca en su rol de representación. Tocamos puertas, llevamos propuestas, y seguimos insistiendo con una idea muy clara: si la minería crece, tiene que crecer con los proveedores salteños.
Fuente: Diario El Tribuno