Proveedores, atrapados por un dólar ficticio en la minería

Desde la cámara salteña que los agrupa alertan sobre la posibilidad de quebrantos. Denuncian distorsiones en los contratos que rigen bajo el precio oficial del BCRA. 

Lo que se temía que iba a pasar con las últimas medidas cambiarias que adoptó el Gobierno nacional, ocurrió. Así lo ven los proveedores salteños que están sujetos a contratos con mineras que fueron fijados al valor del denominado dólar oficial, que ya es ficticio incluso para el propio Banco Central.

«Hoy muchas empresas están trabajando a pérdida por estar atadas a contratos que tienen una referencia que no representa nada», dijo a El Tribuno el titular de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa), Diego Pestaña.

La problemática surge tras la devaluación encubierta que adoptó el Ministerio de Economía luego de las elecciones PASO al disponer un precio diferenciado para las exportaciones, con el objetivo de incentivar el ingreso de divisas al país. El organismo a cargo de Sergio Massa confeccionó una fórmula para esas operaciones que contempla el dólar financiero (más conocido por «contado con liquidación») en un 30% y el oficial en el porcentaje restante, que da como resultado un valor que ronda los 500 pesos por cada dólar que se exporta. Mientras, los proveedores tienen que mantener sus estructuras con ingresos muy inferiores a esa referencia, ya que el dólar oficial se encuentra a $347,5, según cerró el viernes pasado.

Para entender mejor, se debe tener en cuenta que dentro de la actividad minera en Argentina todo se calcula en base al dólar oficial, pero nada tiene ese valor, salvo los contratos de los proveedores. Incluso las importaciones tienen una carga extra del 25% con el Impuesto País.

«Por ejemplo, las máquinas o insumos que adquirimos en el exterior por acá no se fabrican antes las amortizabas a dólar oficial, pero ahora ya no rige. Entonces, es un precio que no representa nada, pero los contratos siguen atados a ese dólar, lo cual va a llevar a situaciones de quebranto de las empresas proveedoras», advirtió Pestaña.

Dentro del mismo desbarajuste, en los hechos están cerradas las importaciones, también por la necesidad de dólares de la administración central. En un reciente informe de la consultora Romano Group se calcula que hay US$54.000 ya importados por las distintas actividades privadas del país que no fueron cancelados porque el Gobierno no dispone de dólares. Es un 80% más de lo habitual, según el estudio.

«Hay cierre total de pagos de importación de hace ya más de dos semanas, con lo cual los proveedores del exterior no están mandando nada de mercadería y los valores que antes se manejaban a un dólar de $350 de importación de algunos productos, hoy ya pasaron a valer $1.000. Esto nos está afectando mucho», se lamentó el presidente de Capemisa.

Aclaró que aún no se cayeron contratos entre proveedores y las mineras, pero reconoció que en varios casos ya son inviables.

«Son situaciones inauditas, esperemos que rápidamente se solucione, pero esto va a llevar a una renegociación seguramente de contratos», dijo.

Insólito

En la urgencia que atraviesa el Gobierno nacional ante la falta de reservas de dólares, resulta ilógica la medida de trabar la importación de insumos a una industria como la minera, que los necesita para generar, justamente, mayores ingresos de la divisa norteamericana .

De acuerdo a los datos de la Secretaría de Minería de la Nación sobre el balance comercial de los principales proyectos mineros del país, la relación entre las importaciones y las exportaciones de las compañías que operan en el país fue de 24,3% entre enero y julio. Es decir que por cada cien dólares exportados, las mineras importaron 24.